No hay más que experimentar el desasosiego ( desconectar para volver a conectar), que le invade a uno cuando el móvil se queda sin batería, cuando se pierde la conexión a internet, o cuando, inexplicablemente, se te olvida el móvil en casa.

¿Cuándo se convirtió el “estar conectado” en una necesidad vital?

La frase tan manida de que somos esclavos de la tecnología, cobra evidencia empírica ahora más que nunca. Muy conscientes de esto, y como máximos propulsores de la “corriente Slow”. Artiem Hotels ofrece la posibilidad de custodiar, a todo aquel que quiera –y sea lo suficientemente valiente como para encomendarse a ello- los gadgets tecnológicos de los que disponga para tener una experiencia única y cautivadora.

Artiem es un lugar concebido para promover el bienestar físico y psíquico de sus visitantes, no sólo por estar en Menorca, sino por sus innovadores servicios de Spa & Wellness. No es un lugar para dormir, sino un complejo sistema de “cultura holística” donde los cuidados integrales implican: promoción de la salud, prevención del estrés, estética y belleza, deporte moderado, solidaridad, corazón ecológico, “buena” comida y una idea definitiva: desconectar para conectar.

Desconectar para volver a conectar

Como la mejor forma de predicar es con el ejemplo. Desde Artiem Hotels nos ofrecen 8 interesantes pautas que harán más sencilla la tarea de reencontrarse con uno mismo. Dejando de lado por un instante aquello más trivial que, sin embargo, ocupa nuestra rutina diaria.

1. Respira bien.

Parece algo básico que todos damos por supuesto. La respiración consciente (exhalando e inhalando aire por la boca) es importantísima para encontrar la calma profunda y esa re-conexión con tu yo interno.

2. Dibuja una sonrisa en tu cara.

Puede que no sea el mejor día de tu vida, pero si la predisposición para vivir lo que tenemos delante es buena. La experiencia será mucho más enriquecedora.

3. No hagas las cosas de dos en dos.

Empieza por aquello que creas que va a costarte más y acábalo antes de comenzar con la siguiente cosa de lista. Esto te permitirá tener los cinco sentidos en lo que estás llevando a cabo. El grado de concentración invertido para ello será mucho mayor del que emplearíamos si no siguiéramos un orden.

4. Acoge la realidad tal y como se presenta.

No es nada fácil, lo sabemos, pero si tenemos esto presente, cada vez nos costará menos.  

5. Encuentra un momento, a lo largo de las 24 horas que tiene el día para, dedicártelo a ti mismo.

Trata de parar torrente de pensamientos que fluyen a discreción por nuestra mente y concéntrate en respirar hondo.

6. Acepta tus emociones, piérdeles el miedo, siéntelas.

Atraviesa los sentimientos, emociones y sensaciones que atraviesen tu mente y cuerpo. Sin juzgarlas ni recrearte en ellas, simplemente dándoles su momento justo para sentirlas y dejar que pierdan su fuerza inicial.

7. Aplícate lo que Marco Aurelio ya dijo hace mucho tiempo

Si te afliges por alguna causa externa, no es ella lo que te importuna, sino el juicio que tú haces de ella. Y borrar este juicio, de ti depende”. Todo lo que nos pasa es reinterpretable desde otro punto de vista. Acogerse a la evaluación más optimista, está en nuestras manos.

8. No controles - desconectar para volver a conectar.

Confía en la vida y en el devenir del futuro incierto. De nada sirve intentar controlar algo que escapa totalmente de nuestra potestad como seres humanos.