¿En qué piensas cuando piensas en Menorca? Mucha gente viaja a sus playas en primer lugar. Una isla pequeña y paradisiaca, con kilómetros de costa y un clima mediterráneo para sumergirnos en el agua muchos meses al año. Rincones como la Cala Macarella, la más bonita de Menorca, nos permiten desconectar y olvidarnos de nuestros problemas.
Pero Menorca es más que eso. Su naturaleza salvaje es el marco perfecto para practicar deporte. El deporte acuático es el rey: hay un amplio abanico de actividades de kayak, windsurf, vela, submarinismo, motos acuáticas y excursiones marítimas. Pero los senderistas y cicloturistas también están de enhorabuena, ya que podemos encontrar rutas para disfrutar de la isla haciendo senderismo como la que te presentamos hoy: el Camí de Cavalls.
El Camí de Cavalls en Menorca: historia y naturaleza se dan la mano
El origen del Camí de Cavalls se remonta al siglo XIV, y en su momento fue un sendero para defender la costa isleña por orden del Rey Jaume II. En la actualidad, tras muchos años de reivindicación de los menorquines, el camino se restauró, se recuperó y, desde 2010, es un camino público del que todos podemos disfrutar.
A día de hoy existen 20 etapas del Camí de Cavalls que en total suman 185 km y recorren la isla entera por su costa. Son perfectas para practicar deporte mientras se disfruta de unas vistas de escándalo, mezcla del azul del mar con el verde de senderos, calas y montañas.
Las etapas se pueden realizar a pie, en BTT o en trail running, y puedes dividir las etapas a tu gusto, empezando por donde quieras y terminando en el mismo lugar, ya que es un circuito circular. También puedes superar las etapas de manera independiente, sin prisa, según tu tiempo de vacaciones. Queremos recomendarte algunos de los tramos para que no te pierdas lo mejor de la experiencia Camí de Cavalls 360º.
Rutas por el Camí de Cavalls: los imprescindibles
Una de las etapas del Camí de Cavalls más destacadas es la segunda, que nos lleva de Es Grau al Cabo de Favàritx. El recorrido de este tramo transcurre íntegramente por dentro del parque natural de S’Albufera des Grau, el único parque natural de Menorca, que tiene unos paisajes de lo más bonitos. Encontramos construcciones tan curiosas como la Torre Rambla, o el mismo Faro de Favàritx, y calas por las que podemos desviarnos si queremos darnos un baño en la playa. Son 8,6 km en total y, si quieres recorrer el Camí de Cavalls a pie, esta etapa te costará unas 3 horas.
La etapa 6 nos lleva por Benimel·là y Cala Pregonda hasta terminar en Els Alocs. Es la etapa más larga y dura del Camí de Cavalls, pero también te da muchas recompensas. Tiene muchos desniveles y poca sombra, así que no olvides el agua y la protección solar. En esta parte del Camí pasarás por una de las zonas más abruptas de la costa menorquina, y verás playas y calas vírgenes de arena dorada como Cala Pregonda o Cala en Calderer, entre acantilados. Son 8,9 km y 4 horas a pie.
Saltamos a la etapa 11, otra de las más recomendadas. Esta nos lleva de Ciutadella a Cap d’Artrutx. Hay varias formas de realizar este tramo: la clásica nos lleva por 9,5 km de asfalto por la Ciutadella y zonas residenciales hasta llegar a la Cala Blanca, y de ahí al cabo de Artrutx seguimos la costa por un sendero llano pero pedregoso. Los que quieren saltarse la parte urbana empiezan directamente en Cala Blanca, es más corto y sin asfalto. De todas formas, dentro o fuera de la etapa, te animamos a visitar las calles antiguas y los edificios históricos de Ciutadella, ¡son únicos! La etapa entera son 13,2 km y a pie se realiza en 4h.
Por último, no podíamos terminar sin mencionar la etapa 19. Punta Prima - Cala Sant Esteve. El punto fuerte de esta etapa del mapa del Camí de Cavalls son los secretos que te encuentras: la Torre d’Alclafar, del siglo XVIII, o el Barranco de Rafalet, ideal para descansar a la sombra y refrescarte. Es más corta y de dificultad fácil: 7,3 km que puedes recorrer en menos de 3 horas a pie. No olvides que puedes realizar todas las rutas del Camí de Cavalls en bici o corriendo, pero siempre ten clara una cosa: si ves una barrera a tu paso, ciérrala cuando la cruces. Son para controlar el ganado y que no se disperse. Parece una tontería, ¡pero es importante para los ganaderos!
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