El euro es la moneda común de 19 de los 28 países que forman actualmente la Unión Europea y es la representación más tangible de la integración y la alianza entre todos ellos. El 1 de enero de 2002, se coló en nuestros bolsillos y en el de 300 millones de ciudadanos europeos de 11 países más. Por aquel entonces calculábamos su equivalencia con las pesetas; pero hoy, 16 años después, ya estamos más que acostumbrados a vivir con esta moneda y sabemos cuál es el valor actual del euro.
La materialización de una moneda única entre países ha sido un hito histórico. El Tratado de la Unión Europea, que entró en vigor en 1993, ya preveía la creación de una Unión Económica y Monetaria en la que habría una moneda única. El primer paso para hacer efectiva esta idea se dio el 1 de enero de 1999 cuando se creó la Unión Monetaria Europea, también denominada eurozona, con la presencia de: Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal. Grecia se uniría más tarde. Por su parte, Dinamarca, Reino Unido y Suecia decidieron no adoptar la moneda única.
Así, se diseñaron las monedas y los billetes, que llevan puertas y ventanas que simbolizan el espíritu de apertura de la Unión Europea; y en enero de 2002 entró en circulación en 12 países. El primer día de vida de la moneda única, esta se cambió por 0,9038 dólares estadounidenses (USD). El valor actual del euro ronda los 1,2222 dólares (USD).
Desde 2002 varios países se han unido a la Unión Europea y algunos de ellos han decidido adoptar la moneda única. Así, hoy en día, en 19 naciones utilizan el euro y disfrutan de sus ventajas. Y es que este ha permitido viajar con mayor libertad, comprar en otros países, facilitar el comercio transfronterizo y eliminar los tipos de cambio fluctuantes y los costes de cambio.
Sin embargo, en los últimos años, se ha debatido mucho sobre los efectos del euro en España y en el bolsillo de los españoles. Algunos expertos hablan de dos etapas. La primera, hasta 2007, trajo mejoras en las condiciones de vida de los ciudadanos. Fueron años de bajos tipos de interés, crecimiento, empleo y buenos salarios.
Pero a partir de 2008 hasta la casi la actualidad, el euro ha vivido unos años duros producto de la crisis financiera mundial y de los excesos experimentados en la etapa anterior. Las condiciones han empeorado, se ha destruido empleo y han caído los salarios.
Sin embargo, la trayectoria de la moneda europea ha cambiado en los últimos meses y parece que cobra fuerza. En el último año se ha revalorizado un 16% con respecto al dólar estadounidense. La razón más importante y última de este crecimiento es la extraordinaria fortaleza de la cuenta corriente europea frente a la americana. Los últimos datos publicados por Eurostat muestran que el superávit de las arcas está en máximos históricos, concretamente un 3,3% del PIB.
Aunque el valor actual del euro gana fuerza, los expertos optan por ser cautos en cuanto a sus previsiones para 2018. Creen que habrá fuerzas que remarán a favor y en contra, y que muchas son impredecibles. Aun así, no se puede negar que la fortaleza de la cuenta corriente europea está impulsando a la divisa comunitaria.