Mahonesa, mayonesa, maonesa, mayonaise… el debate léxico sobre la famosa salsa ha provocado que la palabra haya perdido sus orígenes. Y es que la gastronomía menorquina defiende que la mahonesa, con h intercalada si adoptamos su forma en castellano, se inventó en Mahón y no en Francia como muchos han querido hacer creer.
Esta salsa lleva años siendo la protagonista de la ensaladilla rusa, los huevos rellenos y la acompañante perfecta para el bocadillo de calamares. Pero, ¿qué sabemos sobre la mahonesa? Tan solo su nombre, aunque a veces no tengamos claro cómo se escribe, y su receta que es a base de huevo y aceite vegetal.
Lo que muchas personas desconocen es que la mahonesa se inventó en Menorca hace muchos años; sin embargo, a veces se le atribuye este mérito a los franceses porque fueron ellos los que la dieron a conocer por el mundo.
Todo comenzó en la primavera de 1756 cuando Francia decidió tomar el control de la isla que, por aquel entonces, estaba ocupada por los ingleses. Los galos atacaron Mahón, base de la armada inglesa, en el contexto de la Guerra de los Siete Años. Asediaron el castillo de San Felipe y salieron victoriosos en la lucha.
Existe una versión que afirma que la receta de la mahonesa salió de la cabeza del cocinero de la armada cuando estaba preparando un festín para celebrar el triunfo militar. Y otra, la que más fuerza cobra, asegura que este simplemente replicó una salsa que ya por aquel entonces triunfaba en la isla.
Pep Pelfort, estudioso de la gastronomía menorquina, sostiene que la mayor prueba de que el origen de la mahonesa es menorquín se encuentra en el libro “Art de la Cuina”, del franciscano Francesc Roger (Ciudadela) de la primera mitad del siglo XVIII. De todas las recetas que recoge, 19 llevan como ingrediente “l’aioli bo” (alioli bueno); nombre con el que se cree que el fraile se refería a la salsa de la mahonesa. Muchas de estas recetas se elaboran hoy en día con mahonesa y si se introdujera ajo (propio del alioli) se rompería el equilibrio de sabores.
(Fuente: twitter.com/TurismoMenorca)
Lo que sí es cierto es que los franceses fueron los principales promotores de esta salsa a lo largo del mundo. Muchos de ellos viajaron a otros países llevando consigo la receta de la mahonesa. Se sabe, por ejemplo, que en 1838 el restaurante gourmet Delmonico’s en Manhattan (Nueva York) ofrecía mahonesa en algunos de sus platos. Y también se dice que, en 1923, el presidente estadounidense Calvin Coolidge afirmó a la prensa que no podía vivir sin la mahonesa casera hecha por su tía Mary.
Los franceses, con el tiempo, han admitido que su mayonnaise viene muy probablemente de Mahón; sin embargo, por el camino han asegurado que procedía de Mayenne o que se podía decir bayonnaise por la Bayona francesa.
Se diga de una forma u otra, la mahonesa forma parte de la deliciosa y variada gastronomía menorquina. Esta tiene su origen en el aceite de los acebuches que crecen en la isla, en los huevos de sus gallinas y en el histórico popular. Un sabor fresco, del Mediterráneo que acompaña hoy en día muchos de nuestros platos.