Somos lo que comemos, se suele decir. Y es verdad: una buena alimentación influye positivamente en nuestro sistema inmunitario, en el estado de ánimo, en la cantidad de energía que tenemos y, también, en nuestra condición física. Así que comer bien es fundamental para nuestra salud y bienestar.
Una buena alimentación consiste en ingerir una cantidad variada de alimentos que te aporten los nutrientes que tu cuerpo necesita. Estos incluyen las proteínas, los carbohidratos, las grasas, el agua, las vitaminas y los minerales. ¡Todos son fundamentales!
Por suerte, hoy en día, se da mucha importancia a la alimentación y todos somos conscientes de la necesidad de llevar una dieta sana y variada. Esto ha llevado a que exista una gran cantidad de información al respecto al alcance de cualquiera. La parte negativa es que ésta muchas veces no siempre se ajusta a la realidad.
En el mundo de la alimentación existen muchísimos mitos o falsas creencias fruto del desconocimiento, de la falta de información o de antiguas costumbres heredadas. Por eso, hemos querido recopilar algunas leyendas sobre buena alimentación para que, si habías caído en ellas, puedas conocer la verdad.
El aguacate: ¿engorda o adelgaza?
El aguacate es el alimento de moda entre los fanáticos de la comida healthy porque es un alimento muy completo: tiene proteínas, lípidos, hidratos de carbono, fibra, calcio, hierro, zinc, magnesio, sodio, fósforo, potasio…
Sin embargo, también ha sido puesto es cuestión por su elevado aporte calórico: 160 calorías por cada 100 gramos; como el conejo, el vino dulce o la leche condensada sin azúcar. Así que, ¿el aguacate engorda o adelgaza?
Un estudio de la Universidad de Loma Linda en California, revela que esta fruta reduce en un 40% el deseo de picar algo durante las tres horas siguientes a su ingesta. Por tanto, como sus grasas son buenas, aporta tantos nutrientes y reduce la necesidad de picar entre horas, sigue siendo el producto ideal para una buena alimentación.
¿Los zumos detox realmente eliminan toxinas?
La respuesta es no. Los encargados de limpiar el organismo son el hígado y los riñones y estos no trabajan mejor por tomarnos un zumo de frutas. De hecho, lo único que hacemos es ingerir una cantidad excesiva de azúcar y cero proteínas. Esto, a la larga, puede producir la pérdida de masa muscular y agua pero no de grasa.
Lo que ocurre es que al licuar o exprimir los alimentos hacemos que estos pierdan parte de su fibra, permitiendo que los azúcares presentes de forma natural en su matriz se liberen.
Esto no quiere decir que tengamos que dejar de beber zumos, estos son una fuente de vitaminas y vitaminas minerales. Lo ideal es tomar solo un vaso y siempre acompañando a una comida.
¿La sal es mala?
La sal no goza de buena fama especialmente entre aquellos que tienen la presión arterial demasiado alta. Sin embargo, la Universidad de Boston ha descubierto que una dieta baja en sodio ni es tan beneficiosa para la salud ni tampoco ayuda a disminuir la presión arterial.
La cuestión clave en este tema no es la sal con la que cocinamos habitualmente y aderezamos nuestros platos; sino en el exceso que consumimos a través de alimentos precocinados, aperitivos industriales y salsas. Estos son los que debemos eliminar de nuestra dieta por completo.
Aun así, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener el consumo de sal por debajo de los cinco gramos al día.
Ahora que sabes la verdad sobre estas tres creencias relacionadas con la buena alimentación podrás hacer las adaptaciones necesarias en tu dieta.
Como decíamos al principio, la clave está en la variedad y en buscar los consejos de expertos que nos guíen y así conseguir una dieta sana y equilibrada para estar sanos, fuertes y felices.