En El arte de vivir sin miedo, el periodista italiano Gabriele Romagnoli explica que hay considerar el coraje no tanto como una idea, sino como un acto, como algo que podemos mostrar en nuestra vida. Romagnoli trae a tierra conceptos abstractos. Prefiere no centrar su análisis en el miedo sino en el poder transformador del coraje.
El miedo ha salvado muchas vidas. Cumple una función biológica para alejarnos del peligro y paralizarnos cuando nos enfrentamos a él. Esto, en el pasado, podía ser una gran ventaja ante posibles amenazas. Estar paralizado es la mejor forma de enfrentarse a animales territoriales como osos y elefantes y es también una forma de pasar desapercibido ante los depredadores. Pero lo cierto es que, en nuestro día a día, pocas veces nos vamos a encontrar con un oso, así que el valor de esta emoción ha quedado evolutivamente reducido. El miedo es, sobre todo, cosa del pasado.
No es que se abogue por la supresión de nuestros miedos, sino de la necesidad de asumirlos, de aprender a gestionarlos, de superarlos. Pero ¿cómo superar el miedo? La experiencia nos dice que enfrentándose a ellos.
En el tour promocional de su última película, Ha nacido una estrella, Lady Gaga no se cansó de repetir que este título la había ayudado a enfrentar sus miedos. La artista, ganadora de nueve premios Grammy, 13 MTV Music Awards, un Óscar y dos Globos de Oro, aseguraba ser una persona insegura que solo consigue superarlo con el apoyo de sus fans. En la misma gira promocional, su director y compañero de reparto, el actor Bradley Cooper, aseguraba estar “aterrorizado” por tener que cantar al lado de la diva del pop.
El pánico escénico es común entre actores y cantantes; de hecho muchos respondieron a la pregunta de cómo superar el miedo a hablar en público subiéndose encima del escenario.
El experto en autoayuda Lee Colan, autor de 15 libros, propone una nueva forma de superar el miedo: analizar sus causas. “Si tienes miedo a volar, puede ser un síntoma de una gran necesidad de control. Por eso, cuando no lo tienes, como es el caso de estar metido en un avión, te puede producir una fuerte ansiedad”, asegura el autor. Así los miedos al fracaso, a hablar en público o a las críticas denotan una cierta inseguridad y es esa la habilidad que deberíamos potenciar para conseguir éxito en lo laboral o en lo personal. El afán de superación es, por tanto, un valor necesario para afrontar nuestros fantasmas. Es, quizá, por ello uno de los valores de la cultura Artiem.
Sabemos lo que es, pero ¿cómo superar tus miedos? Algunos expertos optan por dar ocho pasos. Hay que asumir que el miedo está ahí; centrarse en lo peor; admitir que no tienes el control; no depender de tu entorno; confrontar los miedos y no evitarlos; ampliar tu percepción; aprender a distinguir entre miedo y ansiedad; y, por último, recordar algo tan evidente que a veces se nos olvida: que el miedo es subjetivo, relativo y que no aporta nada bueno. A menos que te vayas a enfrentar a un oso.