Aunque hayan pasado años desde que íbamos a la escuela en septiembre es imposible evitar esa sensación que genera la “vuelta al cole”, a la rutina, a las responsabilidades… y, sobre todo, al trabajo. Y aunque no es fácil dejar atrás los días de sol y las noches de verano, reencontrarse con la normalidad también resulta agradable. Por eso lo mejor es ser positivo, centrarse en las cosas buenas de tu día a día y gestionar el tiempo para aprovechar más que nunca tus ratos libres.
Y es que volver a la rutina con una sonrisa es fundamental. Hay que aprovechar las energías positivas que te inyecta el verano para regresar a la oficina motivado y feliz. Está en tu mano decidir cómo quieres afrontar tu día a día y, como sabes, lo que se hace con alegría y actitud positiva siempre resulta mucho más agradable y divertido. Aplícalo a tu vuelta.
Está demostrado que el buen humor en el trabajo aumenta la productividad, la motivación, el bienestar y, a la vez, disminuye el estrés y el absentismo. Ser feliz en el ámbito laboral tendrá un impacto positivo en otros aspectos de tu vida y, además, te convertirá en mejor profesional y persona.
También es importante que, cuando vuelvas al trabajo, no descuides tu vida personal y dediques tiempo a hacer las cosas que más te gustan en tus ratos libres. Evita dejarte llevar por la rutina y busca huecos para leer un libro, ir al cine o simplemente salir a dar un paseo. Así podrás recuperar esa sensación de vacaciones… aunque para conseguirlo, debes gestionar mejor el tiempo.
Gestionar mejor tu tiempo, tanto en el trabajo como fuera de él, te permitirá reducir al máximo las horas que dedicas a responsabilidades, tareas, recados… y aprovechar el resto para hacer lo que más te gusta. Encontrar este equilibrio te permitirá ser más feliz y estar más satisfecho contigo mismo.
Añádelo a tu lista de propósitos para este curso y sigue estos consejos para gestionar mejor tu tiempo:
1. Organiza tu tiempo con una agenda
Ya sea la típica agenda en papel o la de tu móvil, planifica y anota todo aquello que vayas a hacer durante el día, la semana o el mes. Incluye todo, desde temas de trabajo o cuestiones personales para saber de cuánto tiempo dispones. Una buena planificación reduce las interrupciones, los olvidos y te permitirá sacarle el máximo partido a cada día.
2. Si tardas menos de dos minutos, hazlo ya
Es una regla de productividad que ayuda a resolver tareas de forma rápida y su gran ventaja es que es muy sencilla: si tardas menos de dos minutos en terminar lo que tienes que hacer, hazlo inmediatamente. Parece obvio, pero es que normalmente lo hacemos al revés y lo dejamos para más tarde. Así reducirás la lista de cosas pendientes y tendrás más tiempo libre. Y lo que te lleve más tiempo, planifícalo en la agenda.
3. Diferencia entre urgente e importante
Seguramente no todas las tareas que tienes encima de tu mesa son igual de urgentes ni igual de importantes; por eso, es muy importante que aprendas a establecer la prioridad de cada una de ellas en base a estos dos aspectos. Para ello, recurre al diagrama de Urgencia e Importancia que te ayudará a categorizarlas y avanzar en tu trabajo sin estrés. La matriz contiene dos dimensiones: importante-no importante y urgente-no urgente; y combinándolas obtenemos cuatro cuadrantes. Coloca las tareas en cada cuadrante, vete actualizándolos y verás los resultados.
4. Reduce las distracciones
Las distracciones son el principal enemigo de una gestión del tiempo óptima: internet, el móvil, una llamada… Busca un espacio de trabajo tranquilo y trata de evitar la tentación. Lo más recomendable es que establezcas períodos de tiempo en los que trabajes totalmente concentrado y que entre medias hagas descansos de varios minutos y aproveches consultar el correo electrónico y todo lo demás.
5. Sé realista y no te pongas presión
El tiempo es finito y limitado, por lo que no intentes acaparar más de lo que puedes porque solo lograrás generar frustración y estrés. Es mejor que organices tu tiempo de una forma realista, que termines el día con tu lista de tareas completada y que saques un ratito para ti. Serás mucho más feliz y eficiente.
Hacer una mejor gestión del tiempo hará que tu vuelta al trabajo sea mucho más llevadera y que esa felicidad que te inunda en verano perdure a lo largo del invierno. Ya sabes el truco: sé productivo en la oficina y aprovecha tu tiempo libre al máximo.