Haz de tu práctica de yoga una medicina para tu cuerpo con estas posturas que alivian diferentes dolencias.

Las posturas de yoga te ayudan a cuidar de tu mente y también de tu cuerpo. Con una práctica continuada los efectos físicos comienzan a ser visibles: más fuerza, flexibilidad, equilibrio e, incluso, algunas dolencias se reducen o desaparecen. Y es que el poder sanador del yoga es desconocido para muchos.

Toda la cultura del yoga está muy vinculada al cuidado del cuerpo al que se le considera “el templo de Dios” ya que, como dice Ramiro Calle en su libro “Los 7 yogas”, “un cuerpo sano es un aliado y una garantía en el trabajo interior y en el proceso de evolución de la conciencia”.

El hatha yoga, una de las diferentes variantes que existen, es el que tiene más influencia sobre el cuerpo y la energía. Según Calle, “cuando el yoga físico se practica de manera adecuada, desprende beneficios en el cuerpo, la energía y la mente”.

Por eso, cada una de las asanas o poses de yoga tienen un objetivo concreto y, muchas de ellas, además, productos efectos positivos sobre el cuerpo como, por ejemplo, aliviar dolores de espalda, cabeza, cervicales… 

A continuación, hemos hecho una selección de posturas de yoga te ayudarán a combatir diferentes dolencias:

 

Lumbago y ciática: postura del caimán

postura del caimán

  1.      Extiéndete boca abajo.
  2.      Coloca las manos sobre el suelo, a ambos lados de los hombros.
  3.      Estira lentamente los brazos, arquea el tronco, manteniendo las piernas juntas y con las rodillas en el aire.
  4.      Proyecta la cabeza hacia atrás.
  5.      Mantén la posición 50 segundos.

La postura del caimán previene dolores de lumbago, ciática pero también mejora el riego sanguíneo, dota de flexibilidad a la espina dorsal y estimula la función digestiva.

 

Dolor de espalda: postura del triángulo

postura del triangulo

  1.      Colócate de pie y separa las piernas.
  2.      Pon los brazos en cruz.
  3.      Inclina el tronco muy despacio hacia un lado y cuando no lo puedas desplazar más, inclínate hacia delante hasta llegar con la mano al pie o al tobillo correspondiente.
  4.      Dirige la mirada hacia el cielo.
  5.      Mantén la posición 45 segundos y cambia de lado.

El triángulo es unas de las posturas de yoga para el dolor de espalda más recomendadas ya que tonifica los músculos del cuello, el tronco, las piernas; estira y revitaliza los músculos y nervios intercostales y los músculos oblicuos del abdomen. Con este trabajo, los dolores de espalda se alivian y se previenen dolencias como la lumbalgia o la ciática.

 

Tensión cervical: postura del gato

postura del gato

  1.      Ponte en el suelo a cuatro patas, asegurándose de que las muñecas quedan debajo de los hombros y las rodillas a la altura de la cadera.
  2.      Inhala y arquea la espalda hacia abajo, levantando la cabeza y el coxis hacia el cielo.
  3.      Lentamente exhala y cambia la postura para poner la espalda redonda hacia arriba. Lleva la barbilla al pecho.
  4.      Vete alternando y realiza, al menos, 10 repeticiones.

Esta serie ayuda a relajar los músculos del cuello, evitando tensiones, y fortaleza la zona lumbar. Además, resulta muy relajante. ¡Anota esta postura de yoga para el dolor cervical!

 

Dolor de rodillas: postura del loto

postura del loto

  1.      Siéntate sobre una esterilla con las piernas cruzadas.
  2.      Coloca el pie derecho sobre el muslo izquierdo con la planta hacia arriba.
  3.      Ahora pon el pie izquierdo sobre el muslo derecho de la misma forma.
  4.      Descansa las manos sobre los muslos.
  5.      Permanece unos segundos y toma respiraciones profundas. 

Esta postura de yoga te ayudará a estirar las rodillas y los tobillos, además de fortalecer las caderas. También notarás cómo tu mente se relaja, te concentras más fácilmente y se sientes más feliz.

 

Recuerda que existen muchas posturas de yoga en pareja, por si te apetece hacerlo acompañado. Es una buena forma de ser fiel  a la práctica y mantener una periodicidad.

Aunque, lo más importante, es que tengas al lado de un profesional que guíe tu práctica y te enseñe a adaptas los diferentes asanas según las dolencias o las posibles lesiones que hayas podido tener a lo largo de tu vida. De este modo, conseguirás que tu yoga produzca los beneficios que esperas sobre tu cuerpo y tu mente.