Sergio Turull llegó a la isla con un reto bajo el brazo: recorrer los 185 kilómetros del Camí de Cavalls corriendo. ¡Te contamos cómo fue su experiencia!

A las 9.30 de la mañana del 7 de agosto Sergio Turull daba la primera zancada para conseguir su reto: dar la vuelta a Menorca corriendo (185 kilómetros) para apoyar a los enfermos de fibromialgia. 38 horas de carrera para sentir el dolor y la fatiga que padecen las personas con esta enfermedad y, así, a su vez, poder sensibilizar al mundo sobre ello.

Sergio Turull colabora desde 2014 con la  Asociación Catalana de Afectados y Afectadas de la Fibromialgia (ACAF) y, cada año, realizan un reto deportivo para captar la atención del gran público y así sensibilizar sobre esta enfermedad. El año pasado fue el Camino de Santiago, este le tocó el turno al Camí de Cavalls de Menorca. Este sendero rodea la isla por la costa y suma un total de 185 kilómetros. Normalmente se completa por etapas, pero Sergio quiso ir más allá y hacerlo corriendo de una sola vez.

Comenzó su recorrido en la Plaza de Es Pins en Ciutadella para dirigirse hacia la costa norte de la isla. Los primeros 30 kilómetros los hizo en solitario, contando solo con la asistencia de un coche que le acompañaba para proporcionarle avituallamiento cada 10 kilómetros. Sin embargo, el sol pronto empezó a apretar, el calor de agosto era muy intenso y los tanques de agua que llevaba se agotaban demasiado rápido. A partir de ahí, diferentes personas del equipo se fueron turnando para acompañarle y poder llevarle más agua. A la temperatura se sumó otra complicación y es que la costa norte de la isla es la más técnica y complicada: “se hizo muy duro porque había muchas rocas y era más complicado seguir… pero también fue la parte con los paisajes más bonitos”, recuerda.

La noche fue, al contrario de lo que se pueda uno imaginar, todo un respiro ya que la temperatura era mucho más agradable para correr. Además, se le sumaron algunos amigos para acompañarle y animarle en su reto. Sin embargo, tras 80 kilómetros el cansancio empezó a hacer mella y tuvo una primera crisis. “Cualquier deportista de larga distancia sabe que hay momentos en los que te da el bajón y sientes que no puedes más. Es muy importante saber gestionarlos, descansar y recuperar fuerzas para volver a coger el ritmo. Es normal”, explica Sergio. De nuevo volvió a flaquear a los 140 kilómetros, se volvía a hacer de noche y parecía que no llegaba nunca a la meta. Pero lo consiguió.

“En los últimos kilómetros se unió mucha gente, amigos, personas que nos seguían por redes sociales… y el final se hizo mucho más ameno. Cuando llegamos de nuevo a Ciutadella sacamos la bandera la Asociación y vivimos un momento muy bonito y emocionante”, recuerda. 38 horas y 185 kilómetros después Sergio había conseguido alcanzar su reto a favor de las personas con fibromialgia.  Su experiencia quedó grabada en este vídeo:

Después de casi dos días corriendo Sergio se merecía un buen descanso en una de las habitaciones de ARTIEM Audax donde, además, le estaba esperando una cena pensada para recargar energías. “Todo el equipo de ARTIEM cuidó de nosotros antes, durante y después del reto”, comenta. La bañera con jacuzzi de su habitación también le ayudó a relajar los músculos y a reponerse para disfrutar de un par de días visitando la isla.

No dudó tampoco en hacer una ruta en kayak por la costa desde Cala Galdana y disfrutar de las calas de la zona. “Nunca había estado en Menorca y la verdad es que es muy bonita”, confiesa el deportista.

Su experiencia en la isla ha sido tan satisfactoria que no duda en volver en alguna ocasión, quizás para correr o para seguir disfrutando de sus paisajes de una forma más relajada. Sin embargo, esta visita siempre será especial y quedará seguro grabada en su memoria tras haber cumplido su reto y conseguido llegar a cientos de personas para concienciarnos una enfermedad, la fibromialgia, que sufren muchas personas.